Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.
1 Timoteo 6:12
ÁFRICA
África es el tercer continente más extenso del mundo tras Asia y América. Está situado entre los océanos Atlántico al oeste e Índico al este; el mar Mediterráneo lo separa al norte del continente
europeo, donde su máxima proximidad es el estrecho de Gibraltar con 14,4 km; el mar Rojo lo separa al este de la península arábiga y queda unido a Asia a través del itsmo de Suez en territorio
egípcio. Posee una superficie total de 30 272
922 km² (621 600 km² en masa insular), que representa el 20,4 % del total de las tierras emergidas del planeta. La población es de mil millones de habitantes, menos del 15 %. El continente se
divide en 54 países organizados en la Unión Africana a excepción de Marruecos, además de 4 territorios no reconocidos y 23 territorios dependientes.
Se cree que África es la cuna de la Humanidad y que de allí proceden las sucesivas especies de homínidos y antropoides que dieron lugar a los seres humanos. La teoría explica que allí se originó
el Homo sapiens hace cerca de 190 000 años para luego expandirse por el resto de los continentes.
Según el historiador griego Heródoto (484 a. C.), una expedición fenicia auspiciada por el faraón Necao II (616 a. C.) circunnavegó el continente africano por primera vez.
Los orígenes del tráfico comercial entre el oeste y el centro de África y la cuenca mediterránea se pierden en la prehistoria. Los primeros relatos históricos datan de la antigüedad y versan
sobre los nómadas que organizaban el comercio entre Leptis Magna y el Chad. Este comercio vivió su primer auge en el siglo I a. C. con el ascenso del Imperio romano. Sobre todo se comerciaba con
oro, esclavos, marfil y animales exóticos para los juegos de circo en Roma a cambio de bienes de lujo romanos. De hecho es en esta época en la que se gesta el propio nombre de África. Tras la
derrota de Cartago por Roma en la tercera guerra púnica se establece la provincia romana de África que abarcaría aproximadamente el Túnez actual. Fue una generalización territorial de la
provincia lo que dio nombre a todo el continente. Una importancia crucial tuvo también la mayor utilización del camello a partir del siglo I en el norte de África.
A partir del siglo VII los árabes invaden el África del norte. El comercio caravanero y la expansión islámica alimentan el establecimiento de nuevas relaciones entre las «dos Áfricas».
El Imperio Kanem-Bornu existió en África entre el siglo XIII y la década de 1840. En su momento de mayor esplendor abarcó el área de lo que actualmente es el sur de Libia, Chad, noreste de
Nigeria, este de Níger y norte de Camerún.
El Reino del Congo fue un estado situado en lo que actualmente constituye la zona norte de Angola, el enclave de Cabinda, la República del Congo y la parte occidental de la República Democrática
del Congo. Su área de influencia abarcaba también los estados vecinos.
La total repartición colonial de África por las potencias europeas, iniciada a partir del siglo XVII, tuvo lugar aproximadamente en 1885, con la Conferencia de Berlín y el
comienzo de la Primera Guerra Mundial, época en la que los imperios coloniales se extendieron más rápidamente en África que en cualquier otro lugar del mundo, si bien dos países, Liberia y
Etiopía, consiguieron mantener su independencia. Es un ejemplo del Nuevo Imperialismo generado por la necesidad de los países europeos de obtener materias primas para el rápido crecimiento de su
producción manufacturera después de la Revolución Industrial, iniciada en Inglaterra a fines del siglo XVIII.
En su mayor parte, África es una enorme y antigua plataforma continental maciza y compacta, elevada entre 600 y 800 msnm, surcada por grandes ríos (aunque pocos) y escasa en penínsulas. Destaca
por su regularidad orográfica y considerable altitud media.
Tres franjas climáticas sucesivas se repiten al norte y al sur del ecuador, abarcando los climas mediterráneo, desértico, subtropical e intertropical lluvioso, este último, en sus dos tipos
principales, tanto de sabana como de selva. África es el continente con mayor índice de insolación anual, lo cual podría haber dado origen a su nombre (África, del griego "a-phrike", ‘sin frío’).
Los suelos son excepcionalmente ricos en minerales y muy aptos para pastos. Debido al clima es allí donde evolucionó la mosca tsetsé y donde prolifera actualmente. Las principales áreas
cultivadas se encuentran en las tierras altas orientales y la zona de los Grandes Lagos, algunos deltas y riberas e incluso en el Sahel.- Situación Astronómica Continental: Norte: Cabo Blanco,
Túnez (37º20' Norte) Sur: Cabo de las agujas, Rep. Sudafricana (35º Sur) Este: Cabo Hafún, Somalia (51º24' Este) Oeste: Cabo Verde, Senegal (18º Oeste)
Principales ecosistemas
Desierto
Sahel
Sabana
Desierto del Sahara
Desierto de Namibia
Desierto del Kalahari
Delta del Okavango
Grandes Lagos
Macizo Etíope
Tierras altas de Kenia
Gran Valle del Rift
Selva de la cuenca del Congo
Selva costera ecuatorial atlántica
Principales islas y archipiélagos
Archipiélago de Cabo Verde
Archipiélago Canario
Archipiélago de Islas Salvajes
Archipiélago de Madeira
Bioko
Santo Tomé y Príncipe
Archipiélago de las Mascareñas
Archipiélago de Zanzíbar (islas Unguja y Pemba)
Archipiélago de las Comores
Archipiélago de las Seychelles
Socotora.
En su condición de excolonias, la mayoría de los países africanos mantienen estrechas relaciones económicas con la Unión Europea (UE).
Existe una organización supranacional, tomando como referencia a la Unión Europea, llamada Unión Africana, de la que forman parte todos los países del continente excepto Marruecos, incluida la
República Árabe Saharaui Democrática. La mayor parte de los países africanos están subdesarrollados o en vías de desarrollo.
Más del 50 % de la población o 350 millones de personas viven con menos de un dólar al día. África paga cerca de 20 000 millones de dólares en pagos de deuda cada año, aún pese a las
condonaciones de deuda de los años 90.[14]
Recursos
Durante el régimen colonial los europeos explotaron los productos más fáciles y más provechosos de extraer, como el oro, el marfil, maderas y fibras textiles. Tras la emancipación de las colonias
los más codiciados pasaron a ser el petróleo, los diamantes y la minería en general, pero estos productos mencionados se hallan en pocos países.
La carencia de buena tecnología y de medios de comunicación eficientes dificultan la explotación de dichas materias primas. El 60 % de los trabajadores africanos realiza actividades rurales, y el
80 % de lo que África exporta son materias primas, siendo a su vez los productos industrializados los que representan la casi totalidad de sus importaciones. Solo el 15 % está empleado en el
sector industrial, siendo Egipto, República de Sudáfrica, Túnez y Marruecos los que poseen casi el total de dicha actividad. El resultado es que África es el continente más pobre del planeta: su
PBI representa tan solo el 2,6 % del total mundial.